Ingredientes:
Sardinas
Agua
Vinagre
Aceite
Perejil
Tomates
Tostadas
Sal
Elaboración:
Lo
primero que tenemos que hacer es macerar las sardinas. Para ello les quitamos
la cabeza y las limpiamos. Retiramos la espina y sacamos los dos lomos de cada
una de ellas.
Hacemos
un mezcla con la siguiente proporción: 3
partes de agua por 1 de vinagre de vino.
Introducimos los lomos de las sardinas bien limpios y dejamos macerar durante doce horas aproximadamente.
Retiramos de la maceración y las podemos reservar en aceite de oliva hasta que las necesitemos.
Introducimos los lomos de las sardinas bien limpios y dejamos macerar durante doce horas aproximadamente.
Retiramos de la maceración y las podemos reservar en aceite de oliva hasta que las necesitemos.
Para
preparar los tomates les haremos un corte en cruz en la parte de abajo. Los introduciremos durante un 1 minuto en agua hirviendo, así los
escaldamos y los podremos pelar perfectamente.
Los sacamos e introducimos en agua fría para evitar que se sigan cociendo. Retiramos la piel, cortamos por la mitad y les vaciamos las pepitas. Seguidamente los cortamos en dados muy pequeños y los ponemos en un bol con un chorro de aceite y sal.
Los sacamos e introducimos en agua fría para evitar que se sigan cociendo. Retiramos la piel, cortamos por la mitad y les vaciamos las pepitas. Seguidamente los cortamos en dados muy pequeños y los ponemos en un bol con un chorro de aceite y sal.
En
un vaso batidor echamos un buen chorro de aceite y le añadimos un puñado de
perejil. Batimos y reservamos esta mezcla. Otra sugerencia es hacer una olivada
en lugar de este preparación con el perejil.
Ya
solo nos que da montar la tapa. Cogemos una tostada y por encima ponemos una
cama de tomates aliñados, encima colocamos un lomo de sardina y arriba un
cordón de aceite de perejil.
1 comentario:
Un entrante fantástico.
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