Ingredientes (para 4 personas):
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100 gr de harina
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300 ml leche
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25 gr mantequilla
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Sal, ajo en polvo y orégano
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Nata líquida
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1 cebolla
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2 alcachofas
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150 gr de jamón serrano
·
Queso para gratinar
Elaboración:
En primer lugar vamos a preparar la masa de
los crêpes ya que hay que dejarla que repose antes de utilizarla.
Para ello echamos en el vaso batidor el huevo junto
con la leche y la nuez de mantequilla. Trituramos. Hemos añadido también a la mezcla ajo en
polvo y orégano ya que pensamos que le iría muy bien con el relleno tan
mediterráneo de nuestros crepes. De todas formas podéis prescindir de las
hierbas aromáticas o emplear alguna otra que más os guste.
A esta mezcla le añadimos la harina tamizada
para evitar grumos y volvemos a batir hasta conseguir una textura con cierta
densidad pero no demasiado espesa. Reservamos en la nevera durante ½ hora.
Mientras aprovechamos para hacer el relleno. Cortamos
en juliana o a tiras la cebolla y ponemos a pochar. A continuación añadimos la
alcachofa que previamente habremos cortado en láminas finas. Cocinaremos unos
minutos y cuando estén blandas las verduras echamos el jamón picado. Salteamos
un par de minutos y enseguida regamos con un chorro de nata líquida, dejamos
que reduzca y que le de consistencia al conjunto del relleno. Sazonamos y reservamos.
Ahora sacamos masa de los crepes de la nevera.
A una sartén antiadherente (esto detalle es muy importante para que no se nos pegue) le pasamos un papel absorbente
o una brocha con un poco de mantequilla. Con la ayuda de un cucharón echamos
una cantidad de la masa que sea suficiente para obtener una fina capa que nos
cubra la superficie de la sartén. Para conseguirlo deberemos hacer movimientos
circulares con ésta para que nos quede uniforme. Dejamos que el crep se nos
dore por una cara y enseguida le damos la vuelta y esperamos a que también nos
coja algo de color. Vamos realizando la misma operación para hacer el resto de
crepes y agotemos nuestra masa.
Cogemos un poco del relleno que habíamos
reservado y vamos colocando en cada uno de los crepes. Los vamos
envolviendo y dándoles forma de rollito.
Por encima de ellos podemos echar una bechamel clara y queso para fundir y
después gratinarlos en el horno. Nosotros en esta ocasión hemos optado por una
versión un poco más “light” y solo les hemos añadido el queso y luego sí que
los hemos gratinado con la resistencia superior del horno.
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