·        
3
pechugas de pollo
·        
Un
puñado de clilantro picado
·        
Jengibre
rallado
·        
2
ajos 
·        
Sal
·        
Pimienta
·        
1
cucharada de aceite de oliva virgen extra
·        
2
cucharadas de salsa de soja
·        
½ cucharada
de aceide de sésamo
·        
2
huevos
·        
Panko
(para el rebozado)
·        
Aceite
de girasol para freir
Para la salsa:
·        
1
yogur natural
·        
3
cucharadas de salsa de soja
Elaboración:
Cortamos las
pechugas de pollo a trozos pequeñitos. Salpimentamos e introducimos en un bol.
Picamos el
cilantro y los ajos a trozos muy pequeños.
Rallamos un poco
de Jengibre.
Añadimos la soja,
el aceite de oliva y el de sésamo.
Mezclamos bien
todos los ingredientes y dejamos macerar en la nevera unas 24h antes, para que
se integren bien todos los ingredientes.
Una vez
transcurrido el tiempo batimos 2 huevos, salamos e introducimos el pollo.
Escurrimos y
rebozamos con panko. (Quien no lo conozca, decirle que se trata de un
rebozado a base de pan típico Japonés, con el que se consigue una textura
crujiente y aireada).
En un cazo
calentamos abundante aceite de girasol.
Una vez esté bien
caliente, introducimos el pollo y freímos hasta que esté bien doradito y
crujiente.
Escurrimos en un
plato con papel absorbente y emplatamos.
Para la salsa, hacemos
 algo tan sencillo como batir un yogur al
que le añadiremos 3 cucharadas de salsa de soja. Mezclamos bien y disponemos en
un biberón.
Echamos un buen
chorrito por encima del pollo en el momento de comer, para que no se nos
reblandezca el pollo.
Y listo!!
